“Promover la reconstrucción de la unidad entre los cristianos es uno de los propósito principales del sagrado Sínodo Ecuménico Vaticano II”. (U.R. 1)
Son múltiples las divisiones y escisiones que han incurrido en la historia de la Iglesia Católica, desde sus inicios mostrando sus diferencias en las escuelas teológicas de Alejandría y Antioquía con los monofisitas, nestorianos, y otros, hasta las separaciones de luteranos, calvinistas o anglicanos. Así, el ecumenismo pretende reunir en auténtica unidad a las iglesias cristianas, que tienen en común la creencia en la Santísima Trinidad.
Aunque ha sido un camino largo y arduo en el movimiento ecuménico (desde 1910 con la Conferencia Misionera Mundial en Edimburgo), su auge se da junto al Concilio Vaticano II con la promulgación del decreto “Unitatis Redintegratio” (Pablo VI) y Juan Pablo II a posteriori con la carta encíclica “Ut unum sint” (1995) en que se destaca la fraternidad y la solidaridad al servicio de la humanidad.
De esta manera, hemos pasado de la antigua Apologética con la defensa de la fe al diálogo fraterno, uniendo mentes y corazones la búsqueda de la paz y la voz de la verdad. Así, “nuestro diálogo no se detendrá sólo en reconocer un conjunto común de valores, sino que avanzará para indagar su fundamento último. No tenemos nada que temer, porque la verdad nos revela la relación esencial entre el mundo y Dios” (S.S. Benedicto XVI, Visita Apostólica a Estados Unidos?
Al igual que lo que ocurre entre los cristianos, la Iglesia debe mantener un diálogo fluido con las religiones que habitan esta tierra. Desde las experiencias del pasado necesitamos tomar conciencia de la dignidad que todo ser humano posee, sea de la religión que sea. Sólo así podremos convivir personas de religiones e ideas distintas. Pero ello no debe ser obstáculo para conseguir, desde un deseo profundo de avanzar hacia lo verdadero, mejores formulaciones y razonamientos más profundos que nos permitan acercarnos entre nosotros respecto a un tema de máxima importancia: Dios.
Son múltiples las divisiones y escisiones que han incurrido en la historia de la Iglesia Católica, desde sus inicios mostrando sus diferencias en las escuelas teológicas de Alejandría y Antioquía con los monofisitas, nestorianos, y otros, hasta las separaciones de luteranos, calvinistas o anglicanos. Así, el ecumenismo pretende reunir en auténtica unidad a las iglesias cristianas, que tienen en común la creencia en la Santísima Trinidad.
Aunque ha sido un camino largo y arduo en el movimiento ecuménico (desde 1910 con la Conferencia Misionera Mundial en Edimburgo), su auge se da junto al Concilio Vaticano II con la promulgación del decreto “Unitatis Redintegratio” (Pablo VI) y Juan Pablo II a posteriori con la carta encíclica “Ut unum sint” (1995) en que se destaca la fraternidad y la solidaridad al servicio de la humanidad.
De esta manera, hemos pasado de la antigua Apologética con la defensa de la fe al diálogo fraterno, uniendo mentes y corazones la búsqueda de la paz y la voz de la verdad. Así, “nuestro diálogo no se detendrá sólo en reconocer un conjunto común de valores, sino que avanzará para indagar su fundamento último. No tenemos nada que temer, porque la verdad nos revela la relación esencial entre el mundo y Dios” (S.S. Benedicto XVI, Visita Apostólica a Estados Unidos?
Al igual que lo que ocurre entre los cristianos, la Iglesia debe mantener un diálogo fluido con las religiones que habitan esta tierra. Desde las experiencias del pasado necesitamos tomar conciencia de la dignidad que todo ser humano posee, sea de la religión que sea. Sólo así podremos convivir personas de religiones e ideas distintas. Pero ello no debe ser obstáculo para conseguir, desde un deseo profundo de avanzar hacia lo verdadero, mejores formulaciones y razonamientos más profundos que nos permitan acercarnos entre nosotros respecto a un tema de máxima importancia: Dios.
Hablamos de diálogo Ecuménico cuando buscamos de la unidad entre los hermanos cristianos de distinta denominación, para los efectos de este Blog, no referimos a las Iglesias: Metodista, Ortodoxa, Anglicana y Pentecostal.
Con diálogo Interreligioso nos referimos a , como su nombre lo indica, el diálogo entre distintas religiones, para este Blog serán las Religiones Judía e Islámica.
Esperamos que esta información sea útil para quienes deseen utilizarla.
Atentamente:
Sandra Gallegos
Soledad González
Consuelo Molina
Hna. Elizabeth Orellana
Nathaly Orozco
Juan Pablo Veas
Estudiantes Pedagogía en Religión y Moral Católica, Universidad Finis Terrae, Chile
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